miércoles, 29 de febrero de 2012

Alcachofas con almejas

Alcachofas
Estamos en plena campaña de recolección de las alcachofas que, además este año se prolonga debido a las bajas temperaturas. Esta verdura se la viene considerando como comestible desde la época de los romanos y es conocido que mejora la digestión desde el siglo XVI siendo muy beneficiosas para la vesícula biliar, el hígado y los riñones.
Las más grandes son adecuadas para su consumo a la brasa hoja por hoja y para preparar los corazones, es decir, la parte más tierna. Las pequeñas pueden comerse enteras, cocidas y cortadas finas, aliñadas con aceite de oliva o también salteadas con un poco de jamón y unas láminas de ajo y por supuesto cocinarse en otras preparaciones como arroces, ensaladas, tortillas o revueltos.
Esta receta que hoy os proponemos es típica de la cocina navarra aunque ahora se prepara en la mayor parte del territorio.
Ingredientes:
  • 12 alcachofas cortadas en cuartos
  • ½ kg de almejas
  • ½  dl de vino blanco
  • ½ cebolla picada fina
  • 25g de harina                                              
  • 2 dientes de ajo
  • Perejil
  • 1 vaso de agua (250 cl)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 1 limón
Lo primero que hay que hacer es limpiar las alcachofas retirando las hojas de la parte de fuera que son las más duras hasta que sale la parte tierna que suele ser de un color verde amarillento,  hay que recortar las puntas de las hojas y pelar el tallo y cortarlas en cuartos para ir metiéndolas en agua fría con un limón exprimido para que no se oscurezcan al oxidarse. Una vez limpias se cuecen en agua justo la cantidad para cubrirlas y un poco de sal, si son tiernas en 10 minutos estarán hechas, se apaga el fuego y se dejan dentro del agua.
Mientras limpiaremos las almejas frotándolas unas con otras y cambiando el agua 2 veces. Las ponemos en una olla con un chorrito de agua fría y dejamos hasta que se abran, las dejamos abierta en el agua de cocción. En cacerola ponemos un poco de cebolla picada fina y la pocharemos a fuego suave, después añadiremos 2 dientes de ajo también picado y perejil picado fino y rehogamos todo. Cuando esté bien pochado añadiremos una copita de vino blanco y dejaremos que se evapore el alcohol. Una vez reducido incorporaremos una cucharada sopera colmada de harina y rehogaremos sin que tome color, en seguida añadiremos las almejas,  el caldo de abrirlas y  las alcachofas bien escurridas reservando aún el caldo por si hay que añadir al guiso. Rectificamos de sal y cocemos el conjunto entre 5 y 10 minutos según nos agrade más hecha o menos la alcachofa.
Espero que disfrutéis esta receta. Buenos días!


COMENTARIO NUTRICIONAL

La alcachofa, hortaliza también denominada “flor de la huerta”, es una flor a medio formar. Se cultiva fundamentalmente en el mediterráneo y el valle del Ebro, y tiene un fuerte poder diurético. Se consume fresca o enlatada, en cuartos, corazones o mitades. Es una fuente excelente de fibra, por lo que están indicadas en casos de estreñimiento, aunque en determinados casos pueden resultar flatulentas. Además de minerales como el potasio y el fósforo, y vitaminas B1 y B3, las alcachofas aportan algunas sustancias que estimulan la función de la vesícula biliar, mejoran la digestión y evitan la producción endógena de colesterol.
En función del acompañamiento que demos a la alcachofa elaboraremos platos de contenido nutricional muy diferente. En el caso de alimentos de origen animal, como son las almejas, da lugar a un plato de bajo contenido calórico, alto contenido en fibra y enriquecido en proteínas. Las almejas son un marisco rico en purinas, por lo que es aconsejable moderar su consumo en caso de hiperuricemia o gota. Además, este alimento contiene por naturaleza mucho sodio, hecho que no deben pasar por algo las personas con problemas de tensión.


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